La pequeña Leila también estaba en la perrera provincial. Fue sacada de aquel infierno en un rescate masivo que se organizó en febrero de 2010 y en el que fueron rescatados más de 35 galgos.
Lelia es un poco desconfiada al principio, la vida la ha tratado mal y ha tenido la mala suerte de nacer bajo una raza maldita en nuestro país. En cuanto ella ve que no corre ningún peligro se abre de inmediato a ti y busca los mimitos y caricias nunca antes ha conocido. Es una perra muy tranquila, sociable con otros perros y creemos que apta para convivir con gatos. Es perfecta para familias con niños y se adapta perfectamente a la vida en un piso.
Si quieres darle el hogar que no ha tenido contacta en galgosdelsur@gmail.com
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